terapia con ondas de choque stortz

La terapia de ondas de choque es un tratamiento clínicamente probado y muy eficaz contra las lesiones crónicas de tejidos blandos y ciertas afecciones óseas.

Además resuelve afecciones que de otra manera podrían requerir cirugía y analgésicos.

La terapia de ondas de choque puede ser efectiva en una amplia gama de condiciones de tejido blando y óseas.

Como (entre otros):

  • Fascitis plantar.
  • Dolores en el hombro.
  • Epicondilitis, medial o  lateral.
  • Síndrome de estrés tibial.
  • Tendinitis rotuliana.
  • Dolor de cadera.
  • Dolor y espolones en el talón.
  • Espolón calcáneo
  • Disfunción crónica del cuello.

Después de solo 3 o 4 sesiones con ondas de choque, la mayoría de los pacientes reducen el dolor y la recuperación de la función normal.

Y lo más importante para el paciente que sufre de dolor es notar el éxito de la terapia con ondas de choque inmediatamente después del tratamiento!

Nuestro equipo de ondas de choque usado en la clínica es Storz medical MP100-Ultra (MASTERPULS ® Ultra) y con la tecnología del transmisor D-ACTOR® del aplicador del MASTERPULS ® MP100 Ultra, permite alisar el músculo rápida y duraderamente, como es necesario también en el tratamiento clásico de puntos de gatillo.

1º La primera vez que vengas a la clínica, te encontrarás con nuestro Fisioterapeuta Especialista, que discutirá tus síntomas y condiciones y te hará una evaluación del área de dolor o lesión.

2º Te explicarán por completo todo y comenzaremos tu tratamiento. Una sesión suele durar dura de 10 a 15 minutos. Esto es seguido por otras terapias.

3º Si tu fisioterapeuta nota que tu condición no es apropiada para el tratamiento con ondas de choque, te avisará de antemano antes de hacer nada.

4º No hay efectos secundarios conocidos con esta técnica de ondas de choque. La mayoría de los pacientes experimenta una reducción de su dolor casi inmediata.

Hay casos en que las ondas de choque no se usan, como:

  • Embarazo.
  • Tratamientos sobre placas de crecimiento abiertas en pacientes menores de 18 años.
  • Tumores malignos.
  • Infecciones.
  • Si el paciente está tomando anticoagulantes.

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